jueves, 30 de octubre de 2014

Los Vasos

No podría contar esta historia sino hubiera tenido una abuela. En particular esa abuela. Todo comenzó hace cinco generaciones, un caluroso día de febrero en un lugar donde el calor era particularmente agobiante. (Usted imagine la escena agregando: una de la tarde, sol en lo alto, chicharra a todo lo que da, sin ventilador ni aire acondicionado (no existían) y una tremenda escasez de agua en aquel bendito y recóndito lugar del universo veraniego). Bien, ese día mis ancestros mayores estaban re contra hartos, cansados de mis ancestros menores. La razón de tan desagradable sentimiento hacia su descendencia era que a cada rato perdían sus vasos con la poca agua que había disponible.
Contrariamente a lo que muchos sociólogos y antropólogos cuentan sobre la severidad, brutalidad e insensibilidad que los progenitores tenían en aquella época, mis ancestros encontraron una solución salomónica y a tono con la psicología infantil moderna. A saber: cualquiera de los cinco niños que perdiera, olvidara o rompiera su vaso no  tomaría agua nunca más (sí, nunca más es nunca más.)

jueves, 23 de octubre de 2014

Folletín

Y me pintó la nostalgia y me dieron ganas de presentarles una novela por entregas, al mejor estilo de principios del siglo veinte acá van a ver por capítulos alguna novelilla desopilante que anda dando vueltas por el mundo, sin que nadie la lea, desde hace ya varios años. 

Cuentos para niños

Y me nació Manuel... 
Me inspira ese pequeño de menos de un metro que anda dando vueltas por la casa, creyendo que todo es de su propiedad e invitándome a descubrir el mundo junto con él. Y entre toda esta aventura de ser mamá afloró algo que parece que tenía escondido: escribir cuentos para niños.
Espero que los puedan compartir con sus hijos, con sus sobrinos, con sus hermanitos, con todos esos "locos bajitos" que alegran nuestra vida y que nos recuerdan que fuimos niños y que en cierta forma lo seguimos siendo. 

Cuentos

Cuando tenía doce años pensé que sería bueno escribir, le dediqué unas líneas a Angelóz (gobernador cordobés que se fue y nos dejó en pampa y la vía) porque en mi inocencia me había dado pena. Después de ese maleficio terminado vinieron libros como El Principito, los poemas de Pablo Neruda y Mi planta de naranja lima. Entre medio de todo ese eclecticismo, mis propios cuentos y poemas afloraban como pururú, al mejor estilo pop-up. Muchos de ellos se perdieron en mudanzas, se fueron regalados o simplemente desechados por su excesiva mediocridad. 
Pero hay otros, los tesoros, esos que me gustan, esos que acaricio todas las noches antes de dormirme en mi imaginación, esos que nunca jamás alguien ha visto y que por esas cosas de la vida creo que llegó el momento de mostrar. 
Desde que comencé a escribir he considerado que publicar lo que uno ha compuesto es como pararse desnudo en la plaza pública, como arrancarse el corazón y entregarlo a la multitud para que lo pase de mano en mano. Vaya idea, de miedo. Y miedo me dio, hasta hoy.  

Recetas

Debo declarar que amo cocinar, pero por sobre todas las cosas amo comer. Sí, lo dije y qué, prefiero un kilo más que un chocolate menos.
Cocino porque cocinar es una forma de amar, es una forma de apasionarse, es una forma de entregarse a los otros. Cocinar es un arte, que tarda horas en hacerse y minutos en desvanecerse, pero esa finitud tan grande es la que lo hace tan interesante.
Desde muy pequeña me instalaba al lado de mi mamá para verla cocinar, para verla mover las manos con una destreza incalculable a la hora de picar, con una agilidad envidiable mientras cortaba los ravioles o con la mayor fuerza del mundo al estirar la masa de los tallarines.
Cuando pude hacerlo comencé a experimentar en la cocina, (pido perdón públicamente a todas mis amigas que han tenido que probar los resultados de esos experimentos). Lo que salió de estas prácticas es que siempre ando buscando probar cosas nuevas, investigando sabores y combinaciones. A veces, sólo a veces salen cosas interesantes, entretenidas, y pretendo ir compartiéndolas con ustedes en esta sección de recetas. Tal vez no vean muchos post aquí, pero les prometo que valdrán la pena, les prometo que no publicaré nada que no comería.

Bienvenidos

Por acá se puede encontrar de todo. 
Este es el fruto de una mente creativa y curiosa, una mente cuyos pensamientos van en mil direcciones. 
Yo no me daba cuenta, pero hace un tiempo cada vez que contaba sobre mi vida me decían: "Sos multifacética". Y realmente no hay mejor manera de definirme, de asir todo lo que me gusta. Esa es la razón del título de este blog: "Multitask". 
Lo que leerán aquí estuvo guardado por mucho tiempo, hoy me animo a mostrarlo. No espero que les guste, solo espero que pasen y vean...